Tres
errores impropios de un club ‘Champions’ mataron al Sevilla en Valencia - Los hispalenses controlaron el encuentro en
muchas ocasiones pero pagaron caros sus fallos puntuales
El Sevilla salió de Mestalla
con un resultado que no se correspondía con el juego desplegado por los pupilos
de Unai Emery, pero sí con sus equivocaciones claves en distintos momentos del
partido que los valencianistas supieron aprovechar para adelantarlos en la
disputadísima carrera por la Champions.
Se respiraba en Valencia un
partido con olor a final, de esos en los que los hombres de Nuno salen a
comerse al rival como hicieran ante el Atlético de Madrid, pero no fue así. El
Sevilla saltó al césped con muchísima personalidad y tras superar el primer
susto de Negredo a los cuatro minutos comenzó a controlar el partido.
Los sevillistas tenían la
posesión del esférico casi en todo momento, monopolizaban las ocasiones a balón
parado, merodeaban el área de Alves, pero sin concretarse ninguna de las
jugadas en ocasión clara de gol. Cuando parecía que el ambiente decaía en
Mestalla arrastrado por el poco dominio de su equipo, llego el primer error
clave.
Negredo se internó en el área
por el costado derecho, le ganó la posición a Diogo con el brazo (posiblemente
haciéndole falta) y el portugués cayó en la trampa de derribar al Vallecano con
una patada por detrás que carecía de sentido viendo las pocas opciones de peligro
que tenía la jugada desde ese ángulo. Minuto 18 de partido, Parejo lanzó el
penalti y despertaron los murciélagos, 1-0.
Parecía que el Sevilla se iba
a venir abajo, que se iba a frustrar por tan injusto marcador teniendo en
cuenta el juego hispalense, pero no fue así. Los de Emery siguieron compitiendo
con la cabeza alta, con Banega intentando reivindicarse en su antigua casa, con
Vitolo y Deulofeu sufriendo repetidas faltas cada vez que intentaban superar a
un adversario, y en una de esas llegó el segundo fallo sevillista.
De una falta en contra el
Valencia se encontró un gol. Sacó Deulofeu el libre directo con muy poca
altura, fácil para el despeje, y aquí nació un gran contragolpe valencianista.
Rodrigo llevó el balón a campo contrario, recortó, centró buscando la llegada
de sus compañeros y el balón terminó cayéndole a Parejo que se volvió a ver
solo delante de Beto y le ganó por segunda vez la partida al luso. No hay que
quitarle mérito a la gran contra de los ché, pero en la jugada hay un error de
manual de fútbol por parte del Sevilla. Error que seguro que los aficionados
sevillistas intentaban solucionar desde sus bares y hogares al grito de: ¡Falta!
¡Hazle falta! Todo contragolpe peligroso debe acabarse con agarrón y amarilla,
y en esta ocasión a ninguno de los hombres que ayer vestían de azul se le pasó
por la cabeza detener la peligrosa acción valencianista de esta manera.
Se volvió a repetir la
historia en cuanto al juego sevillista. No se resignaron los de Emery y
continuaron buscando el área rival hasta que por fin encontraron su ansiado
premio. Diogo se desquitó del penalti que hizo provocando otro que no era, y el
Sevilla se vio con la oportunidad de volver a meterse de lleno en el encuentro.
Comenzó aquí uno de los duelos de la noche, el de Diego Alves y Carlos Bacca.
El arquero brasileño intentó despistar al colombiano para detener un penalti
más en su larga lista, pero el delantero sevillista le engaño y recortó
distancias para su equipo en el minuto 36.
Apenas 5 minutos después se
repitió la misma historia, una película de terror en Mestalla y de intriga en
Sevilla, donde sus aficionados se mordían las uñas esperando el mismo final que
el capítulo anterior. Alves volvió a repetir el mismo movimiento que en el primer
penalti y esta vez Bacca decidió cambiar la dirección del lanzamiento, por lo
que el guardameta ché detuvo el balón con su pierna. Momento clave en el
partido, de irse al descanso con empate, el Sevilla se marchaba a vestuarios
con la sensación de una derrota inmerecida.
En la segunda parte los de
Emery salieron a intentar seguir siendo dueños del balón, aunque la posesión
sevillista ya no era tan clara. Solo hicieron falta 10 minutos del segundo acto
para dar lugar al tercer error hispalense. Beto se precipita en el despeje de
un balón que llega a sus pies, que además va dirigido al hombre que hizo el
gol. Javi Fuego controla, abre hacia Rodrigo, éste encara hasta meterse dentro
del área y entre muchas camisetas azules encuentra una blanca completamente
sola en la frontal. La pelota le cae al 18 del Valencia que de primeras la
coloca en la cepa del palo donde no puede llegar Beto. 3-1 y cada vez crecía
más la cuesta que tenía que superar el Sevilla para sacar algo de Mestalla.
A partir de ahí pasó muy poco
en el partido. Los sevillistas tuvieron otro susto tras un mal despeje de
Krychowiak que casi se cuela en su portería de rebote. Siguió intentándolo el
Sevilla pero cada vez con menos luces, fruto del cansancio o la frustración.
Llegaron los cambios, algún acercamiento claro que no consiguió materializar en
gol Denis y poco más. Al final ganó el que mejor aprovechó sus ocasiones y el
Valencia le arrebata al Sevilla la cuarta plaza.
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