CRÓNICA
SEVILLA FC - BORUSSIA MÖNCHENGLADBACH
El
Sevilla vence al Monchengladbach en un disputadísimo encuentro en el que ambos
tuvieron sus opciones para adelantarse en la eliminatoria.
Desde los días previos al encuentro
se respiraba en la capital de Andalucía cierto miedo, pavor, desconfianza hacía
el partido que se jugaba el Jueves en la bombonera de Nervión. Se podían tener
motivos, el “Gladbach” juega bien al fútbol, van terceros en Alemania, tienen
buenos jugadores, una retumbante afición, dos copas de la UEFA en los 70…Pero
señoras y señores, los locales son los vigentes Campeones, y para levantar un
título europeo tienes que tener, además de fabulosos jugadores o afición, esa
estrella, ese toque de magia que hace que Beto solo pare penaltis en la final
de la Europa League, que hace que Mbia vuele más que cualquier murciélago para llevar
al sevillismo a Turín, que hace que el equipo sea capaz de hacer un partido
desastroso en Oporto para en tan sólo 7 días meter 3 goles en media hora a los
dragones. En fin, podrá ser discutido el entrenador, se podrán tener bajas,
altibajos en el juego y en los resultados, pero el tricampeón de la UEFA
merecía tener miedo a ningún club que se le cruce en su camino en esta bendita
competición.
Comenzó el partido y desde los
primeros minutos se empezaba a comentar en la grada el juego de los germanos.
Sin regalar un balón, con mediocentros que además de defender buscaban pases
verticales, arriesgados pero seguros, peligrosos en definitiva. El Sevilla supo
sufrir, aguantar e incluso llevar también el balón en contadas ocasiones al
área de Sommer. Las dos más claras de la primera parte las salvó Sergio Rico,
que cada día crece más en madurez y confianza. Al Sevilla se le nublaba la
vista al llegar a terreno Alemán, donde los hombres de Lucien Favre se
replegaban con todo para no pasar apuros. Reyes lo intentaba, pero la magia le
duraba un regate en cada jugada, Vitolo luchaba pero casi siempre que lograba deshacerse
de su par era derribado, Aleix subía la banda, pero no encontraba hueco, Iborra
no tenía la llegada de otros partidos…
Se llegó a la segunda parte, todo
seguía igual a la salida de vestuarios, el “Gladbach” tuvo una llegada muy
clara por el costado derecho sevillista, y quizás ese fue el momento clave del
partido, ya que tras esa acción se le encendió a Unai la bombilla y decidió
retirar a Reyes para dar entrada a Diogo (y se llevó una sonora pitada por la
decisión). La intención del técnico vasco era defenderse de esas llegadas pero
también ganar más verticalidad, más entrada por banda y llegada a la línea de
fondo, y así fue.
Los hispalenses pusieron el cerrojo
en su flanco diestro por mediación de Aleix y Diogo, y estos dos protagonistas
empezaron a enlazar jugadas en ataque llevando centros peligrosos al área del
portero suizo del Borussia. En una de esas el lateral portugués puso la pelota
al punto de penalti, Bacca se llevó a los defensas al primer palo e Iborra
volvió a recuperar su tan valiosa llegada desde segunda línea para llevar el
balón a las redes. 1-0 para el campeón, se despertó una afición dormida y se
calmó otra afición exaltada como la alemana.
El Borussia siguió intentándolo,
pero el Sevilla sabía muy bien a que tenía que jugar, cerraba líneas, era
intenso, salía con velocidad al contragolpe. Rico tuvo que volver a hacer una
buena intervención y poco más. Los de Unai tuvieron opciones de hacer el
segundo pero las piernas de Aleix y Bacca ya no hacían lo que ordenaban sus cabezas
y Deulofeu disparó inocentemente en la única opción que tuvo. Para acabar, no
se puede olvidar uno del partido de Banega, que hizo una de sus mejores
participaciones desde que llegó, y la grada lo supo reconocer con aplausos.
Al final 1-0, resultado corto pero
valioso. En Monchengladbach espera un infierno, y allí habrá que hacer un gol
para matar definitivamente la eliminatoria, eso, o rezarle a esa estrella de
campeón que tienen los sevillistas.
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